Día 3: Gdansk y Sopot
Amanecimos pronto, sobre las 8:00h, ya que habíamos quedado con la dueña del piso para ir a la jefatura de tráfico. Necesitábamos obtener el permiso necesario para aparcar en la zona donde teníamos el apartamento.
Edificios en el patio de nuestro apartamento.
La mujer no sabía nada de inglés, por lo que nos intentábamos comunicar con ella a través de gestos.
Vino al apartamento con un "simpático" perrito que no paraba de ladrarnos.
Había que poner el papelito a partir de las 9, así que fuimos en coche a la jefatura de tráfico, que estaba en las afueras.
No se muy bien como, pero conseguimos entendernos con la mujer y el policía, y ya teníamos nuestros vales de aparcamiento a razón de 14 zl por día (3,5€). De vuelta al centro, la mujer se despidió con unos buenos apretones de brazo (sería costumbre, porque lo hacía constantemente), y nosotros nos fuimos de vuelta a la cama. Dormimos otras 2 o 3 horitas, para recuperar bien el esfuerzo del día anterior
El gran problema de dormir en Gdansk es la luz.
Anochece sobre las 22:00h, pero amanece sobre las 04:00h. El gran problema es que las casas ¡¡¡¡no tienen persianas!!!! por lo que a partir de las 4 entra una solanera que hace complicado dormir.
Calle de Gdansk
Nos levantamos, duchamos y empezamos nuestro primer día de turismo. Recorrimos la calle diuga hasta la puerta dorada.
Calle Diuga
En una de las calles vimos en una terraza que estaba finalizando la final de Roland Garros.
En ese momento Rafa Nadal hizo historia al ganar su séptimo torneo en París, y una oleada de júbilo inundó Gdansk, con un montón de españoles gritando el campeones campeones.
Buscamos entonces un sitio para comer, y vimos que en el bistro Kos que había muchos españoles comiendo. Preguntamos y nos dijeron que se comía muy bien y barato. Nos sentamos, y degustamos unos magníficos platos de pasta que eran tan grandes, que no fuimos capaces de terminarlos. Todo ello por unos 90 zl (22€)
Ahí nos encontramos con nuestro amigo de la peluca.
Terraza con nuestro amigo el del pelucón
Nuestra comida del día
Calle Diuga con la puerta dorada al fondo
Ese día teníamos previsto hacer el tour gratuito por la ciudad principal de Gdansk. Nos acercamos al punto de encuentro a las 16:00h, pero vino Jarek y nos dijo que lo había atrasado hasta las 17:00h por falta de tiempo.
Así que mientras tanto, dimos una vuelta por la ciudad. Vimos nada más pasar la puerta dorada, que habían puesto una exposición de balones gigantes, réplicas de los que se habían jugado las últimas eurocopas.
Balones gigantes
Museo del ámbar
La rotonda infernal del centro de Gdansk
Torre de la ciudad principal
Mercado principal
Antiguas murallas
Continuamos por la zona del mercado hasta volver a la calle Diuga, y recorrerla en su totalidad hasta una heladería cercana a la puerta dorada, que era el punto de partida de las visitas guiadas gratuitas en español.
Fachadas típicas
Lateral de la catedral
Reloj de la catedral
Puerta dorada
Al poco tiempo apareció nuestro amigo Jarek, junto con su novia. Le esperábamos nosotros 3 y otros dos chicos madrileños.
Lo primero que nos dijo fue que en esos últimos días se había vuelto famoso en Gdansk por haber salido en el programa de callejeros viajeros, y en el diario Marca. Y que no paraban de llamarle de radios y televisiones polacas para entrevistarle.
Se había hecho famoso por organizar tour gratuitos para españoles, y por su blog para ayudar en todo lo posible a los aficionados españoles que acudan a la euro.
Enlace a la web de marca: http://www.marca.com/2012/06/10/futbol/eurocopa_2012/espana/1339330246.html
Callejeros viajeros en la euro (Gdansk es la parte final):
Nos estuvo contando que era guía turístico y que hablaba tan bien español porque había pasado ocho meses de erasmus en Barcelona junto a su novia.
Con motivo de la celebración de 3 partidos de la roja en Gdansk creó un blog para ayudar a todos los aficionados españoles que acudieran Polonia:
Blog:
Comenzamos el tour por la puerta dorada, que era la puerta por donde entraban los reyes a la cuidad principal de Gdansk.
Al cruzarla, se abre la famosa calle Diuga, que es la arteria principal de la cuidad vieja de Gdansk, y donde destaca la imponente torre del ayuntamiento de 77 metros de altura.
En lo alto hay un carrillón de 44 campanas, que toca una melodía cada hora en punto.
Torre delayuntamiento
Esta parte se llama el Camino Real porque por aquí pasaban los reyes polacos cuando entraban a la ciudad.
La calle se abre al pasar el ayuntamiento y nos encontramos en la zona del antiguo mercado (Diugi Targ). allí podemos ver el termómetro de Daniel G.Fahrenheit, que nació a 100m. de allí.
Termometro de Fahrenheit
Justo enfrente está la sede del antiguo parlamento de Gdansk, donde se encontraba una mesa redonda que tomaba las decisiones en la ciudad.
Sede de la mesa redonda de Gdansk
En esa plaza se encuentra la escultura más representativa de la ciudad: la fuente de neptuno.
Fue esculpida en el s. XVII y pretendía garantizar la protección del dios neptuno en el mar.
Funte de neptuno y ayuntamiento de fondo
Fuente de neptuno
Atravesamos la puerta verde, que era la residencia de los reyes polacos en Gdansk, aunque que nunca fue utilizada por un rey.
Destaca en este edificio el despacho de Lech Walesa, figura importantísima de la política polaca. Fue uno de los fundadores del sindicato solidaridad,y le llevó a ser presidente de Polonia y a ganar el premio Nobel de la paz. Con su presidencia, Polonia dejó de ser un régimen comunista, para pasar a ser independiente de la URSS, con una economía de libre mercado y un rápido crecimiento posterior.
La puerta verde
Cruzamos la puerta verde y llegamos al embarcadero junto al rio Motlawa.
Justo enfrente está la isla de los graneros, que es una isla formada por el río, que en la antigüedad servía para guardar el grano y las mercancías que llegaran al puerto.
En esa isla está el hotel Gdansk, que es el hotel donde se hospeda la selección española cuando juega sus partidos en Gdansk.
Hotel Gdansk
Barco en el rio Motlawa
Isla de los graneros
La mayor parte de la ciudad fue destruida en el año 1945 por el asedio soviético
En la isla de los graneros aun hay una parte que no ha sido reconstruida, y donde se puede apreciar la destrucción ocasionada por la guerra.
Zona no reconstruida
Avanzando por el embarcadero nos encontramos con la famosa grúa de madera, que fue la mayor de la europa medieval.
Para levantar los pesos se utilizaban unas grandes ruedas huecas con 12 personas en su interior, al estilo de los hamsters. Esta grúa es la típica postal de Gdansk.
Grua medieval
Ruedas para los trabajadores de la grua
En frente de la grúa estaba amarrado el típico barco de madera negro que realizaba pequeños cruceros por el río, hasta su desembocadura en el báltico.
Barco de madera en el rio Motlawa
Volvimos un poco sobre nuestros pasos y entramos en la calle de Santa María.
Esta calle es una de las más pintorescas de Gdansk.
Aun mantiene detalles que otras calles han perdido, como son las entradas a las casas a través de una escalera, o las gárgolas que sirven de canalón.
En toda la calle podemos encontrar a ambos lados numerosas tiendas de productos realizados con ámbar.
El ámbar es una piedra preciosa hecha de resina vegetal fosilizada, y que se utiliza en joyería.
Puerta de SantaMaría
Calle de Santa María
Calle de Santa María
Gárgola
Justo al final de esta calle destaca la gran catedral de Santa María.
Antes de rodear la catedral, nos encontramos a la izquierda con la casa más antigua de Gdansk, que ahora es una posada
Torre de la catedral de Gdansk
Lateral de la catedral
Casa más antigua de Gdansk
Rodeamos la catedral y pudimos admirar los 105 metros de largo, de la que es la iglesia construida en ladrillo más grande del mundo.
Jarek nos explicó que en una visita del papa llegaron a entrar más de 20000 personas en la catedral.
Maqueta de la catedral
La entrada en la catedral y la subida a la torre la dejamos para otro momento.
Ahora continuamos nuestra visita con la fachada del arsenal, que es un edificio militar con una fachada decorada con simbología bélica.
Destacan en la parte superior la representación de bolas de cañón en el momento de explotar. Esta fachada servía para disuadir a posibles invasores de la ciudad, mostrando el poder militar de Gdansk.
El arsenal
Detalle del arsenal
Regresamos a la calle Diuga, y nos detuvimos justo debajo de la puerta dorada.
En ese lugar hay 3 fotografías de las ruinas en las que quedó la ciudad de Gdansk tras el asedio ruso de la II GM. Una de ellas era especialmente empactante, ya que se veía la misma vista que teníamos en ese momento de la calle Diuga, pero totalmente arrasada por las bombas.
Panorámica de Gdansk tras la guerra
Calle Diuga y catedral tras la II guerra mundial
Misma panorámica de la foto anterior, pero en la actualidad
La visita finalizó a la altura del edificio de la cárcel.
Esta es una antigua prisión, y patíbulo, donde destaca una figura de un hombre sin cabeza. Esa figura avisaba a las personas que entraban al edificio del que podría ser su futuro.
Con esta última explicación concluye la visita guiada a la ciudad principal de Gdansk. Una visita muy instructiva, y que con nuestro guía de lujo, se convirtió en una gran experiencia.
Cárcel de Gdansk
Nos despedimos de Jarek y su novia, agradeciéndoles la visita y dándole unos Zlotys de propina.
Nos sentamos en una terraza a ver la segunda parte del Francia - Inglaterra (1-1).rodeados de españoles, y pasando un buen rato con el camarero (alias Justin Bieber),
Tras el partido volvimos al apartamento y cogimos el coche para ir a Sopot.
Sopot está a unos 15 km del centro de Gdansk, y forma parte junto a esta y Gdynia de la llamada triciudad.
Cartel de Sopot
Sopot es uno de los centros de turismo más importantes de Polonia. Fue lugar de retiro para ricos y aristócratas durante siglos.
Paseo marítimo de Sopot
Faro de Sopot
En esta ciudad además de sus bonitas playas de arena fina, destaca su enorme muelle de madera.
El muelle se construyó en el sXIX y se adentra 515 metros hacia el mar, lo que le convierte en el muelle de madera más largo de Europa.
Playa de Sopot con el muelle al fondo
Aparcamos, y después de pisar la arena de la playa nos dirigimos al muelle. Para recorrerlo hay que pasar por caja (7 zl por persona).
Kasy molo
Pasamos los tornos, y allí es donde nos dimos cuenta que el muelle no solo es muy largo, sino también muy ancho. Recorrimos toda su longitud hasta el final, donde se encuentra un exclusivo puerto deportivo, lleno de yates y veleros.
Muelle de Sopot
Gran hotel de Sopot y tornos del muelle
Atardecer en la playa
Parte baja del muelle
Había también un barco similar al de Gdansk, de madera negra, que parecía la perla negra de piratas del caribe. Además estaba matriculado en Ustka, un viejo conocido.
Barco de madera
Parte final del muelle
Dimos una vuelta por el puerto, y nos detuvimos un momento a apreciar la preciosa puesta de sol que nos regalaba Sopot en ese momento.
Puesta de sol en Sopot
El muelle al atardecer
El muelle con las farolas encendidas
De vuelta pudimos ver mejor la imponente fachada del gran hotel de Sopot, donde en ese momento se alojaba la selección de Irlanda, y que ha hospedado a multitud de jefes de estado y personalidades.
La noche se nos vino encima y pensamos que era hora de cenar. Empezamos a recorrer la calle Monte cassino, que está llena de restaurantes y terrazas donde se puede cenar o tomar una copa.
Iglesia principal de Sopot
Después de recorrer la calle, decidimos cenar en un restaurante mexicano (The mexican)
Allí apareció de repente nuestro amigo de la peluca, y se formo un gran ambiente junto a un grupo de malagueños
Restaurante mexicano
Tras una buena cena, rodeados de españoles, dimos un pequeño paseo por la plaza Zdrojowy para vivir el ambiente.
Plaza Zdrojowy
Esta plaza, junto a la calle Monte cassino,es el centro neurálgico de Sopot, y allí nos cruzamos con numerosos grupos de españoles, italianos, y poco a poco también irlandeses.
Al poco tiempo dimos por terminado nuestro día y pusimos rumbo de regreso a Gdansk. Antes de dormir compramos cosas para desayunar, y nos tomamos una piwo en nuestro bar de cabecera junto a un grupo de españoles.
Poco después nos fuimos a descansar.
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