lunes, 18 de junio de 2012

Etapa 3 Bilbao


BILBAO DÍA 1

Nos despedimos de Burgos, y pusimos rumbo norte hacia el País Vasco.

Nuestro siguiente destino era Bilbao, donde pasaríamos 2 noches.

Tras algún problemilla con el GPS a la salida de Burgos, llegamos a la autopista y nos plantarnos en Bilbao en aproximadamente hora y media. Nuestro hotel era el Hesperia Zubialde. Muy bien situado al lado mismo de la ría, el auditorio euskalduna y pegado al estadio de San Mames.

Las habitaciones del hotel algo pequeñas, pero tanto el trato del personal como su ubicación era magnifica.


Fachada de San Mames y tranvia de Bilbao
Al salir de hacer el check-in ya era la hora del aperitivo - comida, así que dirigimos nuestros pasos a la calle Licenciado Poza, que es famosa por sus bares de pinchos. Como hacía un día magnífico, había más gente fuera de los bares que dentro. Allí llenamos el estómago y nos tomamos el primer txacolí de nuestra estancia en Bilbao.

Tras el magnífico aperitivo - comida empezamos nuestra visita turística al botxo. Nuestra intención era recorrer la ría del Nervión hasta el casco viejo.

Partimos desde la avenida Sabino Arana, pasando por el Palacio Euskalduna de Congresos y de la Música. Este edificio alberga el grueso de espectáculos musicales y teatrales de la ciudad. Una de sus fachadas mira hacia la ría, y en otra a la avenida de Abandoibarra.

Palacio Euskalduna

Palacio Euskalduna

Programación de operas

Por esta avenida circula el tranvía de Bilbao, que conecta la zona de la avenida de Sabino Arana con el casco viejo en apenas 10 minutos.
Tranvia de Bilbao
Pero nosotros preferíamos ir paseando, por lo que continuamos por el paseo del muelle de Evaristo Churruca, justo al lado de la ria de Nervión.
Vimos es autobús del Athletic a las puertas del hotel Meliá Bilbao
Hotel Melia Bilbao y autobus del Athletic

Pasamos junto al centro comercial Zubiarte y la torre Iberdrola, que es el edificio más alto de Bilbao, con sus 41 plantas y 165 metros de altura.

Dejamos al otro lado de la ría la Universidad de Deusto, y continuamos el paseo hasta llegar al museo Guggenheim.
Museo Guggenheim
Tras hacernos unas fotos con la fachada del museo que mira a la ría, y con la araña gigante 'Mamá', subimos por la escalinata peatonal del puente de los Príncipes de España, hasta la entrada principal del museo.

La araña Mama

Universidad de Deusto

Ria de Bilbao

125 años de la Universidad de Deusto

No entramos a ver las exposiciones porque no nos atrae especialmente el arte moderno, y nos limitamos a hacernos unas fotos con el perro Puppy recubierto de flores, que es la mascota del museo bilbaíno.

El perro Puppy

Tras eso, bajamos nuevamente a la altura de la orilla de la ría, donde comienza el paseo Uribitarte.
Puente Principes de España
Lo primero que nos encontramos en nuestro camino es el puente Zubi zuri, diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava.
Puente Zubi Zuri

Ayuntamiento de Bilbao
Continuamos por ese paseo, disfrutando el magnífico día que nos ofrecía Bilbao, hasta que llegamos al puente del arenal, que cruza la ría. Atravesamos el puente y vimos a nuestra derecha el teatro Arriaga.
Vista de la Ría

Teatro Arriaga
Allí se abre una plaza muy concurrida y que da acceso al casco viajo de Bilbao. Giramos a la derecha y entramos a la Plaza Nueva. Es la típica plaza con pórtico, aunque bastante pequeñita, comparada con la Plaza Mayor de Madrid o la de Salamanca.

Plaza nueva

Justo en el centro de la plaza había una carpa donde celebraban unas jornadas de gastronomía vasca. Aprovechamos la oportunidad y degustamos productos típicos del País Vasco. Como no podía ser de otra forma nos trajimos para Madrid unas botellas de txacolí, unos trozos de queso idiazabal, y miel.
Feria gastronómica

Calles del casco viejo
Con nuestro botín gastronómico nos encaminamos hacia la catedral de Bilbao. La catedral de Santiago fue terminada en el sXVI y es de estilo gótico. Está incrustada entre las estrechas calles del casco viejo de Bilbao, siendo la única zona que se abre mínimamente para poder admirar la fachada y la torre de 64 metros de altura. Es complicado hacer una foto de fachada y torre, porque hay muy poco espacio en la pequeña plaza que hay delante de la catedral. La entrada es gratuita, por lo que fuimos para dentro. La catedral de Santiago no es especialmente grande por dentro, sobretodo si la comparamos con otras catedrales que hemos visto recientemente. Pero aun así tiene mucha belleza en su interior. Destaca sobretodo el altar mayor y el triforio rodeado de ventanales y rosetones.

Catedral de Bilbao

Interior de la catedral

Rosetón

Nos dieron un folleto explicativo y nos sentamos en uno de sus bancos mientras lo leíamos atentamente. Posteriormente dimos un pequeño paseo por el interior del templo, para finalmente volver al exterior.

Dejamos a nuestra espalda la catedral de Santiago de Bilbao, y recorrimos brevemente las famosas 7 calles del casco viejo bilbaíno. No sin antes quedarnos con alguno de los bares de pintxos para volver luego a cenar allí.

Aun con las piernas frescas decidimos seguir disfrutando de este magnífico día que nos ofrecía Bilbao, y regresamos a pie a nuestro hotel.
Estación de ferrocarril
Dejamos a nuestra izquierda el teatro Arriaga y cruzamos de nuevo la ria. Enfilamos la Gran Vía bilbaina, cuyo primer tramo es semipeatonal, hasta la plaza Muyua, donde está el famoso hotel Carlton. Continuamos por la Gran Vía hasta el monumento al Sagrado Corazón, donde da inicio la Avenida Sabino Arana, y volvimos a nuestro hotel a descansar un poco.


Monumento al Sagrado Corazón
Tras el reparador descanso queríamos volver al casco viejo a cenar de pintxos. Esta vez decidimos apiadarnos de nuestras ya castigadas piernas, y cogimos el tranvía. En unos 15 minutos estábamos en el casco viejo. Entramos en 3 o 4 sitios de las 7 calles, y salimos más que cenados. Para bajar un poco la cena decidimos volver al hotel andando por la gran vía.

Así acabó nuestro primer día en el País Vasco.

BILBAO DÍA 2

Para este segundo día en Bilbao teníamos previstas varias excursiones. La primera de ellas comenzaba a unos escasos metros de nuestro hotel. Era la visita al estadio de San Mamés, inaugurado en 1913, con capacidad para 40000 espectadores, y propiedad del Athletic club de Bilbao.


Accedimos por la puerta del museo, que desemboca en una sala llena de maquetas y fotos del futuro nuevo San Mamés Barria, cuya inauguración está prevista para el año 2013.


Maqueta San Mamés Barría

Tras esperar nuestro turno, accedimos al museo del Athletic club de Bilbao. El precio es de 6€ por persona y permite el acceso libre al museo y una visita guiada al estadio.

Como aun quedaba más de media hora para que iniciara el tour guiado por el estadio, comenzamos la visita por el museo.

Lo primero que nos encontramos fue la evolución del uniforme del Athletic club, así como una evolución de botas y balones.

El corredor continuaba con la exposición de los trofeos más importantes que posee el club bilbaino. Entre ellos destacan las 8 ligas y las 23 copas conseguidas.

Al final del corredor hay un espacio multimedia donde se ensalza el trabajo realizado con la cantera. Preside la zona una maqueta de las instalaciones de Lezama, y fotos de los jugadores más importantes salidos de la fábrica del Athletic club de Bilbao. Junto a ellos hay varios monitores, que constantemente emiten vídeos con momentos gloriosos del club, y documentos antiguos de jugadores y técnicos.

El museo es pequeño y se puede recorrer con tranquilidad en poco tiempo. En su interior prohíben realizar fotografías, por lo que no tengo documentos gráficos que mostrar.

Llegó el momento del plato fuerte, la visita guiada al estadio. Junto a la guía y a un grupo de unas 20 personas comenzamos la visita a la Catedral. Lo primero que llama la atención es lo viejo y dejado que están los accesos, se nota que está muy cerca la jubilación de este casi centenario recinto deportivo.

La primera parada fue el antepalco. En él destaca sobre todo la figura de un león disecado, símbolo del Athletic. Tras el león se encuentran las fotos de los 92 jugadores del Athletic que han sido internacionales absolutos con la selección española.

León del palco de Sán Mamés


Salimos al exterior del palco de autoridades, donde pudimos sentarnos en la butaca del presidente del Athletic, y comprobar que está situada justo a la altura de la linea del centro del campo. Una curiosidad es que la butaca situada a continuación de la del presidente del Athletic, es la que suelen usas los presidentes del equipo visitante, y es la que tiene el número 13 para intentar dar algo de mala suerte.

Vista desde el palco de San Mamés


Justo al lado de la entrada del antepalco se encuentra el busto de Pichichi. Pichichi fue un jugador del Athletic de los años 20, y se le considera uno de lo primeros grandes goleadores de la historia del fútbol español. Por ello da nombre al trofeo que se entrega al máximo goleador de la liga española. Manda la tradición, que cuando un equipo visita por primera vez el estadio de San Mamés, tiene que rendir homenaje a Pichichi, subiendo el capitán a colocar un ramo de flores junto al busto del legendario jugador.

Busto de Pichichi


Fondo de San Mamés

Televisión bastante antigua del palco

Abandonamos el palco y bajamos a la sala de prensa.   
Sala de prensa
Después continuamos a uno de los lugares sagrados del estadio, el vestuario del Athletic. Llama la atención su reducido tamaño. No tiene taquillas personalizadas para cada jugador, ni sitio para que se cambien juntos todos los componentes de la plantilla. En otra estancia está la zona de duchas y de camillas para recibir los cuidados pertinentes.


Vestuarios


Salimos del vestuario, con la sensación de que el vestuario del polideportivo de orcasitas era un lujo comparado con ese, y accedimos al túnel de acceso al terreno de juego. El túnel se dividía en 3 partes convenientemente separadas por unas vallas metálicas. Por una salía el Athletic, por otra el equipo visitante, y por el medio el árbitro y sus asistentes. Nosotros como éramos visitantes salimos por el lado de la derecha, donde unos días antes habían pasado los Falcao, Diego y compañía.

Una vez salimos del túnel, nos indicaron que estaba terminantemente prohibido, no solo pisar, sino tocar el césped con la mano. Así que nos limitamos a ir por la alfombra verde que rodea el terreno de juego. Nos encaminamos al banquillo local, donde pudimos hacernos unas fotos emulando a Bielsa, y rodeamos el césped hasta salir por un lateral. La guía se detuvo, y nos explicó la historia del famoso arco de San Mamés, que data de 1953, y que fue un hito arquitectónico para la época, ya que con ello se permitía la ausencia de columnas en la tribuna.

Columnas que si que aparecen en la tribuna opuesta, y que son sumamente incómodas para seguir los partidos.

Tras esto abandonamos el recinto por una puerta que nos llevó de vuelta al museo.

Tras la visita al estadio, nos dirigimos al metro. La parada más cercana es San mamés y nos bajamos en Areeta. En apenas 20 minutos estábamos en Getxo.

Salimos en una placita con muchos bares y gente tomando copas de vino en la calle. Anduvimos hasta la calle mayor, y bajamos en dirección a la ría. Enseguida nos encontramos con el famoso puente colgante o "Puente de Vizcaya".

El puente se inauguró en 1893 y es patrimonio de la humanidad. Se utiliza para unir los municipios de Portugalete y Getxo, y consiste en un puente colgante con una barquilla transbordadora para el transporte de vehículos y pasajeros.


Puente de Vizcaya

Se puede cruzar el puente por una plataforma peatonal que hay en la zona superior, pero preferimos no hacerlo y seguir paseando. Continuamos bordeando la ría hasta el monumento a Churruca. Entonces enfilamos el muelle de las arenas. Primero pasamos por una pequeña playa, y luego el muelle deportivo. Continuamos por el paseo, y empezamos a alucinar con los caserones que hay en primera línea de mar. Callejeando buscamos un sitio para comer y encontramos el bar arrantzale, con una coqueta y concurrida terraza. Comimos y bebimos hasta hartarnos, y por tanto tocaba dar un buen paseo para bajar la comida. Bajamos hasta el puerto viejo y recorrimos el muelle de ereaga con su bonita playa.

Como hacía un tiempo magnífico, la playa estaba llena de gente, que incluso se atrevía a darse un baño. Ya con los pies cansados nos dirigimos al metro de Algorta para volver a Bilbao.

Nos bajamos en la parada de Moyua y caminamos hasta el museo de Bellas Artes de Bilbao.

El museo está en un parquecillo muy coqueto, y allí se encontraba la exposición del pintor Antonio López.

Nos habíamos quedado con las ganas de ver la exposición en Madrid, y nos la encontramos por sorpresa en Bilbao, por lo que no dejamos pasar la oportunidad.

La muestra simplemente magnífica, los paisajes de Madrid, los retratos, los bodegones... 100% recomendable.

Tras empaparnos de arte, fuimos a descansar un rato al hotel, y ver allí el Atlético de Madrid-Zaragoza

Con los 3 puntos en el bolsillo cogimos el tranvía y cenamos muy bien en el centro comercial de Zubiarte.

Tras la cena volvimos al hotel por la Gran vía y dimos por terminado el día.

Al día siguiente dejamos el hotel y pusimos rumbo a Madrid para finalizar estos intensos y fructíferos días.




















































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